Deseos vs. Propósitos

Durante estos días navideños me he reunido con varios grupos de compañer@s de trabajo, formación y amig@s, un año más me he dado cuenta de la importancia que damos a plantearnos propósitos y/o deseos para el nuevo año. Hasta aquí, no creo que nada os resulte poco familiar o sorprendente, pues suele ser algo bastante extendido y generalizado. De hecho, la mayoría de nosotr@s hemos usado o alguien de nuestro entorno ha utilizado la famosa frase de “año nuevo, vida nueva”.

Lo que me invita a reflexionar es que en distintos contextos he visto como usamos las palabras deseo y propósito como sinónimos, y es aquí donde decido pararme un poco más. Solo leyendo la definición de estas dos palabras nos bastaría para darnos cuenta de lo diferentes que son.

Los deseos son algo que anhelamos o queremos tener, algo que nos gustaría que pase, sin embargo, nuestro control sobre su ocurrencia tendemos a percibirlo como algo más lejano, tiene cierta connotación mágica, podríamos relacionarlo más con el azar o con la suerte.

Por su parte, los propósitos, están relacionado con metas, con aspiraciones, con algo que queremos conseguir, pero lleva implícito esfuerzo y organización, parece que lejos del azar y la suerte, la “piedra está en nuestro tejado”, podemos establecer pequeños pasos sobre que hacer en nuestro día a día para acercarnos a ellos y/o lograrlos.

¿Eres más de deseos o de propósitos?

Reflexiona sobre ello antes de establecerlos de cara al inicio del año. Ambos son buenos pasos para construir futuro, potencian la esperanza y nos ayudan a pensar en aquello que queremos tener o priorizar en nuestra vida.

Os animo a plantearlos ajustándonos a las realidades de cada uno de nosotr@s, teniendo en cuenta que esta en nuestra mano y que podemos hacer para alcanzarlos en su totalidad o parcialmente. Cada pequeño paso hacia un deseo o un propósito, ¡es un éxito!

Finalizo este post dejando uno los míos por aquí:

Que vuestros deseos y propósitos para el 2025 se cumplan

Felices Fiestas